Emprendedor, ¿Quieres clientes satisfechos?


Todos tenemos clarinete que no queremos clientes insatisfechos, que de una forma u otra van a perjudicar a la imagen de nuestro negocio, pero... ¿Estás seguro que quieres clientes satisfechos? Un cliente satisfecho es un cliente activo que ha comprado recientemente en tu comercio. Está contento con lo que ha comprado, le gusta lo que ha comprado, el precio le parece correcto y se ha sentido bien en todo el proceso de compra. El problema es que posiblemente nunca más te vuelva a comprar. ¿Cuántas veces has comprado en una web/comercio/negocio y no has vuelto más? ¿Estabas realmente satisfecho con tu compra? Posiblemente fueras un cliente satisfecho, pero no un cliente complacido.

El cliente complacido es aquel que además de estar satisfecho racionalmente (calidad del producto, precio…) siente una empatía especial con la marca, el establecimiento o con las personas que lo regentan. Seguro que si os ponéis a pensar en algún establecimiento de alimentación, bar, marca o web, os deis cuenta que sois clientes complacidos.

Según Philip Kotler para mantener a un cliente complacido debemos sorprenderle, agradarle cada vez que realiza una compra, nunca dejarle indiferente. Seguro que os sale alguna que otra marca, sobre todo aquella de la que hace pocas semanas han estrenado una peli protagonizada por Ashton Kutcher. Aunque este ejemplo "para entendernos" queda muy bien, nuestra realidad es completamente diferente. ¿Entonces como alcanzar clientes complacidos y no clientes satisfechos? No tenemos otra herramienta que la Inteligencia Emocional.


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