1. Política
En Facebook no suele ser tan habitual exponer opiniones políticas, ya que su funcionalidad de escaparete nos lleva a mostrar fotografía de producto/servicio + texto fácilmente. Normalmente es Twitter quien nos invita mucho más a dedicar estupendos calificativos relacionados con la actualidad. Entonces... ¿Debemos verter opiniones políticas? Podremos hacerlo siempre y cuando sean verdades platónicas impersonales. Por ejemplo, si nosotros participamos con un Tweet, en contra de la corrupción... ¿Alguién se podrá sentir ofendido? Yo creo que no.
2. Separar nuestra vida privada de la profesional
Habitualmente los que gestionamos una cuenta profesional/empresarial tenemos nuestra propia cuenta personal. ¿Qué pasa entonces cuando tenemos un Twitter profesional y un Facebook personal abierto al mismo tiempo? Pues que pasan cosas como estas...
3. Preparación y espontaneidad
No es aconsejable tener preparados los Twett o las publicaciones de Facebook con 2 semanas de antelación. Está claro que debemos de tener un "plan", pero tenemos la obligación de estar cerca de la actualidad. Dos de los factores que definen a la web 2.0 y a las redes sociales son la inmediatez y la oportunidad. Debemos estar informados de lo que sucede en el mundo, estar menos preparados y ser más espontáneos.
No es aconsejable realizar este Tweet, al día siguiente del terremoto de Japón.
4. Profundizar antes de publicar
Los lunes estamos cansados, los viernes con ganas de salir del trabajo. Como todos nos dicen que los internautas no leen, intentamos escribir lo menos posible. Repasa tu publicación antes de que sea demasiado tarde.
5. Publicidad ofensiva
Parece obvio, pero hay cientos de ejemplos...
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